Domenico Scarlatti ECO Y NARCISO Roma, 1714 Real Compañía Ópera de Cámara Juan Bautista Otero Dirección musical con instrumentos originales Olga Pitarch/Anna Maria Panzarella Stéphanie D’Oustrac/Marina Pardo//Silvia Tro Hiro Kurosaki Emanuele Marcante Andreas Preuss Mihoko Kimura Galina Zinchenko Marcial Moreiras Giovanna Barbati Juan Jaime Ruíz Michael Bosch Rhoda Patrick Marta Graziolino Elisabeth Geiger NARCISO, soprano ECO, mezzosoprano Premier Violon Violino I Violino II Violino II Viola Viola Violoncello Contrabasso Oboe Fagotto Arpa Cembalo Cristales de un Caleidoscopio Amor d'un ombra e gelosia d'un aura o “Narciso” es una excepcional ópera que narra la historia del célebre mito hedonista a partir de dos fuentes fundamentales: Ovidio y Calderón. Fue compuesta para el teatro de la reina polaca María Casimira en el Palazzo Zuccari de Roma -junto a la escalinata de la Piazza Spagna-, y estrenada el 15 de Enero de 1714. Considerada como una de las mejores óperas de Domenico Scarlatti (Nápoles, 1685- Madrid, 1757) representada durante el carnaval de aquél año en la capital italiana, fue repuesta más tarde en la versión que de ella hizo el libretista de Haendel, Paolo Rolli, para la temporada de la Royal Academy en Londres en 1720; en tal ocasión intervinieron célebres cantantes como la soprano Margarita Durastante (Narciso) y la mezzo Anastasia Robinson (Eco). De ambos acontecimientos han llegado hasta nuestros días cuatro documentos fundamentales: el libreto publicado para el estreno de la obra en Roma, un manuscrito musical completo de la ópera perteneciente a la producción londinense, su correspondiente libreto impreso, y las arias completas de ésta misma producción impresas por Walsh en Inglaterra. Carlo Sigismondo Capece (Roma, 1652- Polistena, Calabria, 1728) creador del libreto original, poseía un profundo conocimiento de los clásicos latinos y de los autores teatrales españoles del XVII: una treintena de libretos entre ellos el del célebre oratorio “La Resurrezione” de Haendel- inspirados, muchos de ellos, en la historia y mitología latinas son clara muestra de ello. Antes de entrar al servicio de la reina María Casimira como poeta y secretario, Capece había estudiado en las universidades de Alcalá de Henares y Valencia, lugares que habían ejercido una notable influencia en su estilo creativo: títulos como el de la obra que nos ocupa, “Amor d'un ombra e gelosia d'un aura”, se hallan, sin duda, más cercanos a Calderón o a Lope de Vega que a los autores teatrales italianos de la época. Capece advierte en el “Argomento” que en este caso no es sino un pequeño prólogo-, del libreto orginal impreso en Roma en 1714, que la fábula de Eco y Narciso configura, junto a la de Cefalo y Procri, el eje argumental de la composición escénica “Amor d'un ombra e gelosia d'un aura”: “Le favole di Eco, e di Narciso, e di Cefalo, e Procri danno il soggetto a questo scenico componimento” subrayando que ambas se hallan “felizmente descritas en el libro tercero de las Metamorfosis de Ovidio, las cuales pocos son las que no las conozcan o hayan leído alguna vez.” A continuación se excusa por los cambios realizados al relato ovidiano, haciendo que Narciso, en lugar de enamorarse de sí mismo, lo haga de Eco, y de haber transformado el desenlace del mito: in qualche parte mutato il fine” [...] “perché così ho pensato poter terminare l'opera in lieto, e non funesto avvenimento, secondo l'uso, e gusto moderno.” Nosotros, “secondo l'uso, e gusto moderno” terminaremos la obra en funesto “e non lieto avvenimento”, tal y como lo hiciera Ovidio en el siglo I d.C. Aclara además Capece que, al margen de estos dos hechos -enamoramiento de Narciso y Eco y el final-, ha intentado en lo posible no apartarse de las Metamorfosis ovidianas, “da ciò, che ne ha scritto quella inimitabil penna” (de Ovidio), y ha fundido las dos fábulas en un solo texto. A la vista de estas circunstancias, para la presentación actual de la ópera Narciso, y en cuanto al libreto se refiere, nuestro objetivo se ha centrado en reconstruir el mito de Eco y Narciso siguiendo los acontecimientos descritos por Ovidio en su libro III de las Metamorfosis a partir de los textos escritos por Capece y musicados por Scarlatti. Hemos querido ofrecer la mayor parte posible de la ópera del compositor napolitano en un programa que poseyera, no obstante, un carácter unitario y mantuviera su espíritu original gracias a un estudio riguroso de los manuscritos e impresos existentes, de la dramaturgia musical y textual scarlattiana, en lugar de conformarnos con una mera selección arbitraria de arias despojadas de su carácter escénico, de una secuencia dramática, fundamental para su interpretación. En este sentido, hemos ordenado las piezas siguiendo los acontecimientos descritos en el relato del mito de Narciso ovidiano que nutrieron, como hemos visto, la composición de Scarlatti. El único manuscrito musical completo de “Amor d'un ombra e gelosia d'un aura” localizado hasta la fecha (Staats-und-Universitätsbibliothek de Hamburgo,) corresponde en realidad, no a la obra que se estrenó en el Palazzo Zuccari, sino a la reposición que tuvo lugar en el Teatro Haymarket de Londres, dentro de la temporada auspiciada por la Royal Academy en 1720. Thomas Roseingrave (1688-1766) compositor y clavecinista, editor de las sonatas de Domenico Scarlatti en Londres, y con quien había trabado amistad durante su estancia en Roma, conoció el impacto que tuvo la música escénica del compositor napolitano; en concreto, las obras estrenadas en el teatro doméstico de la reina Verdaderamente, por éstos y otros motivos que veremos a polaca exiliada, para las cuales una de ellas fue Amor d'un ombra-, continuación, un deseo estrictamente purista de recuperación de esta había realizado la escenografía ni más ni menos que el arquitecto obra, incluso en su formato original londinense completo, sería en este Filippo Juvarra, autor, entre otros, del proyecto original del Palacio Real caso una pretensión que no iría más allá de lo anecdótico. Más aún si de Madrid. Roseingrave, además de dirigir las representaciones del tenemos en cuenta que hasta el momento no se ha encontrado Narciso en el Haymarket, creó cuatro nuevas piezas para la obra, documento alguno que pruebe o siquiera mencione una estancia de cambió el título por el de Narciso-, y encargó al libretista haendeliano Scarlatti en Londres. Efectivamente, no existen testimonios de ningún Paolo Rolli, la adaptación del libreto a la nueva producción y al nuevo tipo que refieran una participación directa del compositor napolitano en cast de cantantes algo habitual en la época. el estreno y producción de Narciso en la capital inglesa, ni siquiera un Nuevamente, en el prólogo al libreto bilingüe impreso en Londres para carteo que pruebe un control de la misma de Scarlatti desde Portugal, la ocasión, descubrimos numerosos datos significativos. Rolli aclara país al que se había trasladado en 1719 al entrar al servicio de María que “questo Dramma Boschereccio” (primer cambio: el género de la Barbara de Braganza. obra; pasamos del Scenico Componimento al Dramma Boschereccio) Rolli y Roseingrave llevaron a cabo cortes dramatúrgicos, supresiones “che altrove su privata scena fu già di sollievo ad una sventurata de arias y personajes, adición de piezas, cambios escénicos que afectan Regina” la reina consorte de Jan Sobieski de Polonia, originaria de no sólo al libreto, sino, más importante aún si cabe, a la interpretación Francia y exiliada en la capital católica, había creado un foco de hoy día de esta obra de Scarlatti. Tales modificaciones cuestionan no creación artística en su palacio romano- “vien'ora sopra Regio sólo el orden y los textos de las arias, sino también a la autoría Teatro [el Haymarket] a farsi nobile divertimento motivo por el musical de los recitativos. Podemos estar seguros de la factura cual ha sido cambiado el final, como lo fue otrora para scarlattiana de aquellos que coinciden exactamente con los del divertimento de Maria Casimira- “delle più,e più giustamente libreto original de 1714, así como de aquellas arias que fortunata Principessa [di Vallia] nel Mondo.” A continuación aparecen tanto en el libreto romano como en el londinense y Rolli pasa a justificar los cambios infligidos al original romano: en el manuscrito musical correspondiente a aquella [...]”quest'Opera la quale, nulla perdendo delle sue prime producción, corroboradas por otra parte por la edición de las armoniose bellezze” esto es, que aunque transformada arias realizada por Walsh que ya hemos mencionado. En ella se Palazzo Zucari mantiene su belleza original- “apparisce di novi pregi adorna”- o significa en el encabezamiento de cada una de las arias, las lo que es lo mismo, aparece ahora con nuevas piezas, a saber, 1 piezas creadas expresamente por Roseingrave. Claramente, aria, 1 duetto, 2 recitativi accompagnati- “per lo cangiato aquellas incluídas en la versión londinense, fueron redistribuídas para sceneggiamento”, (es decir, han alterado los loci y distribución adaptarlas a las nuevas circunstancias: las exigencias vocales y de escénicas, por ejemplo, el acto II, en lugar iniciarse con una Campagna status profesional del nuevo cast de cantantes recordemos que incluía con Grotta, se abre en la versión de Londres, con una Foresta con prime donne como la Durastante o la Robinson, además del castrato Fonte) “lo inutile tolto”, (han efectuado numerosos cortes, Baldassari o el célebre tenor Alexander Gordon-así como la particularmente a los recitados, incluso suprimido un personaje, readaptación de Rolli del libreto de Capece al gusto inglés. Nicandro), “lo necessario aggiunto” (además de las piezas añadidas ya Al realizar la selección de arias y recitativos para reconstruir el mito mencionadas, han efectuado infinidad de cambios en los textos de las original de Ovidio en el presente espectáculo de la Real Compañía mismas, incluyendo cambios en la atribución del aria a un personaje Ópera de Cámara, he querido en primer lugar recuperar en la medida diferente del original de 1714) “spero aver nulla diminuito all'intiero de lo posible, las piezas cuya autoría parece indudable de Scarlatti. A diletto e dell'armonia e dell'espressione.” (!!!!). Sin duda es este un éstas, siempre que hubiera sido necesario, devolver el texto de 1714, bello ejemplo de la flexibilidad con la que tanto compositores como es decir, reintegrar la dramaturgia musical original para de este modo libretistas e intérpretes de la época manejaban el material creativo con reinstaurar la imagen o affetto para el cual Scarlatti creó sus frases fines profesionales, bien lejos, en muchas ocasiones, de cierta rigidez musicales historicista de la musicología e interpretación actuales. (en numerosos casos con affetti contrapuestos: baste el ejemplo del aria de Eco “Dimmi se pur lo sai” en cuya versión londinense figura la frase “mio cor, che gioia è mai quella che senti” en lugar de la original “che pena è mai quella che senti”), su precisa articulación, su contrastada dinámica, su ácida armonía, su incisiva instrumentación; en definitiva, reintegrar los elementos con los que el compositor dio forma musical a su concepto de esta historia. Esta labor -que considero esencial para una interpretación que no desvirtúe muchos de los rasgos expresivos de su música que, de otro modo, carecen de sentido-, ha constituído un meticuloso trabajo de comparación; tras ella, una vez contemplado el valor y cualidades dramáticas de las arias aisladamente, hemos ido encajando cada una de las piezas en la historia de Eco y Narciso, como si de los quebrados cristales de un caleidoscopio en busca de una forma geométrica se tratara; del espejo en el que se refleja la imagen de nuestro Narciso. Hemos dividido el relato de las desventuras y el atormentado amor de la ninfa Eco y el desprecio y la soberbia del joven cazador Narciso en tres partes. En la primera de ellas, tras conocer el origen del protagonista de este mito, se singulariza su espíritu de cazador indómito, su carácter huidizo y su reto al dios Amor. El encuentro entre ambos personajes, el rechazo que sufre Eco y la huída de Narciso concluyen esta primera parte de desencuentros. Preámbulo a la tragedia, a continuación, Eco, en nombre de todos los amantes desdeñados por Narciso, implora ayuda a los dioses, y Némesis, la diosa de la venganza, se la concede: Narciso, tras su inútil persecución de una fiera, cae extenuado junto a una fuente en la que al ir a beber verá reflejada su imagen y se enmorará de la misma. Finalmente, la terecera parte muestra como ambos amantes se consumen devorados por un amor inaudito que les causa la muerte y su transformación final. La metamorfosis de Eco en una voz, contenida en rocas y caracolas, y de Narciso en flor; su flor. Juan Bautista Otero Barcelona, invierno de 2007 ECO y NARCISO Síntesis argumental El mito original describe cómo el joven Narciso de Beocia, hijo de la ninfa Liríope y del dios-río Cefiso, hábil cazador, adorado por pastores y ninfas debido a su extraordinaria belleza, se jactaba de desdeñar los placeres del amor. Una de las víctimas de su desdén había sido la ninfa Eco, quien, privada del habla normal por Juno y sólo pudiendo repetir lo que otros decían, fue rechazada por Narciso cuando, en un día de caza, Eco trató de seducirlo imitando su habla. Atormentada por su amor irrealizable, Eco fue consumiéndose hasta no quedar de ella más que su voz. Como castigo por su soberbia, la diosa Némesis hizo que el joven Narciso se enamorara de su propia imagen reflejada en el agua. Atraído fatalmente por ese rostro, por esa similitud cautivadora e inalcanzable, imposible de ser tocada, Narciso fue languideciendo a causa de esta pasión absurda, que le impide dormir y comer, hasta morir y metamorfosearse en la flor que lleva su nombre: el narciso. Relato de las desventuras de Eco y la transformación de Narciso [I] Desencuentros Desprecio de Narciso Tormento de Eco [II] La tragedia Amor se apodera de Narciso. Extinción de Eco [III] La metamorfosis Transformación de una ninfa en voz La flor de Narciso [I] [II] [III] DESENCUENTROS LA TRAGEDIA LA METAMORFOSIS 1 Sinfonia 2 Caderà la belva ria Aria di Narciso. Scena1 3 Cacciator più gradito Recitativo secco 4 Fuggo un tiranno, sì Aria di Narciso 5 Ridi di chi si ride Recitativo secco 6 Quanto è dolce questa piaga Aria di Eco. Scena2 7 Io vivo, io vivo ancora Recitativo secco 8 Vorrebbe la Speranza Aria di Eco 9 Tutti d'amor mi parlano Recitativo secco. Scena3 10 Perfido, traditore Aria di Narciso 11 Ah Narciso, Narciso! Recitativo secco. Scena4 12 No, non lo credo, non lo spero Aria di Eco 13 Ma vedo, (o lieta sorte!) Recitativo secco 14a Scorro indarno la selva Recitativo secco. Scena5 14b ...rivolgo il passo altrove Recitativo accompagnato 14c Ch'ardo, e moro Recitativo secco 15 Caro dardo Aria di Eco Quanta pena, e sudore Recitativo secco. Scena1 17 Dammi un poco di ristoro Aria di Narciso 18a Ma già, che così lente Recitativo secco. Scena2 18b Barbare stelle Recitativo accompagnato 18c Ma per uscir d'affanni Recitativo secco 19 Sì, sì dentro quell'onde Aria di Eco 20 Fortuna sempre ingiusta Recitativo secco. Scena3 21 Dentro l'istesso rio Aria di Narciso 22 Qui credo, che lasciai Recitativo secco. Scena4 23 Dimmi, se pur lo sai Aria di Eco 24 Più resister non so Recitativo secco. Scena5 25 Mio bel sol, tu m'invaghisti Aria di Narciso Dammi tregua, se non pace Arioso di Narciso. Scena1 27 Oh care amate rive Recitativo secco 28 Vieni, o caro Aria di Narciso 29 Sì, sì, crudele Recitativo secco. Scena2 30 Penosi torrenti Aria di Eco 31 Tutto già scorsi a nuoto Recitativo secco. Scena3 32 Sento, che a poco, a poco Aria di Narciso 33 No, non è fier Recitativo secco. Scena4 34 Non è fiero, ne crudele Aria di Eco 35 Vieni, non tardar più Recitativo accompagnato. Scena5 36 Morirò; ma la mia morte Aria di Narciso 16 26 [I] DESENCUENTROS Desprecio de Narciso Tormento de Eco SCENA1 [Interiore d'un antico Tempio solitario consacrato a Cupido] [Dopo la Sinfonia, si sentono le Voci chedescrivono l'origine ed il destino di Narciso. Narciso alla caccia, seguitando una fiera, arriva all'interno del Tempio. Ninfe in disparte, nascoste.] Narciso Caderà la belva ria Atterrata dal mio dardo, Che a ferir la destra mia Imparato ha dal tuo sguardo. Ninfe [inosservate] Cacciator più gradito, Giunger qui non potea del bel Narciso, Alle fiere, il cui dardo È sì fatal, come alle ninfe il guardo. Narciso Le fiere, e non le ninfe Seguir m'insegna natural desio, Né so, che ninfa alcuna Possa lagnarsi ancor del guardo mio. Ninfe Ed Eco l'infelice? Narciso Dì piùttosto la folle. Ninfe Follia chiami l'affetto? Narciso Sì, che follia maggiore Non si può dar d'un ostinato amore. Compatisco il suo caso; ma biasmo la follia. SCENA2 Ninfe Sei nemico d'Amor. [Si sentono le Voci che descrivono Narciso Fuggo un tiranno. piccola Ma oppresso dal Timore Non la conosce il core, E quanto più s'avanza Ei meno sa sperar. [mentre canta l'ultima parte dell'aria Eco parte alla ricerca di Narciso] introduzione strumentale, Eco canta SCENA3 da lontano l'aria; s'avicina pian piano Narciso Tutti d'amor mi parlano, Tutti cedono, a forza, al suo potere; Ma sono tutti effeminati, e molli Vinti dalle promesse, e dall'inganno Del lusinghier tiranno. Invano il falso nume, invan m'assale, Ch'ho per fuggir, s'ei per seguirmi ha l'ale. Ninfe Tiranno; ma ch'alletta. Narciso Alletta per tradire. Ninfe Sei nemico d'Amor. Narciso Fuggo, fuggo un tiranno. uggo un tiranno sì, Che perfido, e crudel Tormenta, e ride.uggo il veleno fier D'un aspe traditor, Che quando bacia ancor Morde, ed uccide. l'origine ed il destino d'Eco. Dopo una al Tempio] Eco uanto è dolce questa piaga Che sanò quella del cor. Il mio sangue è scarsa paga, Nume arcier, a quel piacer Che mi rende il suo dolor. Io vivo, io vivo ancora Di me stessa a dispetto, e de' miei mali, Che con pietoso inganno Creder morta mi fanno, Perch'impossibil sembra Ch'io viver possa in sì penoso affanno. [Vuol fuggire, e si sentono le ninfe All'oracol di Delfo ridere] Ricorsi; ei vuol ch'io speri, E qui del dio Cupido Narciso Vuol ch'io dimori appo l'antico tempio. Ridi di chi si ride Ma che miro! è Narciso Della tua libertà sciolto mio core. Quei che dal colle scende. Chi mai parlar d'amore Benché lungi egli sia; ben lo ravviso. Udì senza lamenti? Qui volge il piè leggiadro, Quella gioia, che senti L'aspetterò? no, veder mai non volle Non turban gelosia, rigore, affanno. Se volessi, cor mio, cangiar tua sorte, Il mio sembiante, e morta pur mi crede. Tu non sapresti allor, che gioia è mai E certo fuggirà, se qui mi vede. Quella ch'or senti. Ma so ben; so ben Se l'oracol mendace che'l sai. Per me solo non fia, sperar mi giova [Fugge. Parte di nuovo alla caccia, alla Ch'al mio lungo penar troverò pace. ricerca d'una belva] Vorrebbe la Speranza Potermi lusingar; Perfido, traditore Sempre ti fuggirò; E se mai questo core Volesse odiarti meno, L'istesso cor dal seno Strapparmi ancor saprò. [Parte] SCENA4 [Eco ritorna al Tempio disperata.] Eco Ah Narciso, Narciso! T'amai, senza speranza; Ma benché disperando, almen sperai, Che d'un ben, che godere io non potevo, Ne men'altri goder dovesse mai. E voi numi spietati Volete pur ch'io viva? E pure un mio pensiero mi lusinga, e mi dice: “Spera che'l tuo destino sarà un dì men severo.” No, non lo credo, non lo spero: Men severo Per me il cielo mai sarà. Se ho da vivere penando, Spero sol che disperando La mia pena fine avrà. Ma vedo, (o lieta sorte!) Che qui giunge Narciso; Oh dei, quel suo bel viso è la mia morte. Voglio osservarlo ascosa Dentro quel cavo speco;Goda una volta ancora Del suo bel, pria che mora, La miserabil Eco. [entra nello speco] Eco Sì. Narciso Chi sei, che rispondi al parlar mio? Eco Io. Narciso Sei ninfa, o pur dea, che qui d'intorno Ti piace far soggiorno? Eco No. Narciso Chi dunque tu sei, che parli meco? Eco Eco. SCENA5 [Eco e Narciso.] Narciso Scorro indarno la selva, E rintracciar non posso L'orme dell'empia belva. Or mentre qui m'assido Ed alle stanche piante Dono breve riposo, Cintia rivolgo a te del core i voti; Dimmi dove la fiera ancor s'asconde? Dimmi, se fia, che sempre Debba, senza trovarla, errar così? Narciso Fu vero il grido, Dunque, che nuda voce errando vai? Eco Ahi. Narciso Perch'in van ti lagni, Se non han più rimedio i tuoi lamenti? Eco Ama. Eco Resta. Narciso Fuggo alla foresta. [Parte] Narciso Per non amarti, Sai, che veder mai volli il tuo sembiante, Ed or per non udirti rivolgo il passo altrove. Eco Ove? Narciso Non resta. Eco Resta, resta, resta. Eco Resta, resta, resta, Ch'ardo, e moro. Ma tu pur fuggi, o ingrato; E con passo veloce Non men, che il volto mio, fuggi la voce. Fuggi; ma per mia sorte Qui lasciasti il tuo dardo. Oh fortunata morte! Oh soave tormento! Se il mio seno l'ottiene Da sì caro istromento. Narciso Ov'Eco non s'ascolta. Eco Ascolta! Narciso Folle, non t'udirò! Eco Dirò... Narciso Puoi dir che ti compiango. Eco Piango. Narciso Ma, sei nud'ombra, o no? Eco No. Narciso O no? Eco Menti. Eco No. Narciso Ma quel rimedio il tuo mal brama? Narciso Qui dunque il piè non resta. Narciso No, non m'innamoro. Eco Moro. Narciso La caccia seguirò. Eco Seguirò, seguirò. Narciso Tu siegui chi non ama. Eco Ama. Caro dardo già l'alma che langue A spezzare i suoi lacci t'invita. Ma baciar ti vorrebbe il mio sangue Pria nel sen, con più d'una ferita. Narciso Non ama. Eco Ama. Narciso Ma troppo a me t'appressi. Eco Sì. Narciso Fuggo se tu verrai. Eco Ahi! Anastasia Robinson, Eco (Londres 1720) Ahimè, ahimè, che invano alla lusinga io cedo, e a ragion non lo spero, e non lo credo. [II] LA TRAGEDIA Amor se apodera de Narciso Extinción de Eco SCENA1 [Bosco folto, ombroso con laghetto d'acque cristalline come l'argento] [Narciso cadde stanco dopo l'inutile caccia. Eco in disparte.] Narciso Quanta pena, e sudore Mi costa la vittoria! Ne ho tutto molle il crin, e il sen bagnato, E a mitigarne la cocente arsura, Né pur d'un'aura qui respira il fiato. Ma già, che il piede ho stanco, Finché declini dal meriggio il sole Voglio adagiar su quest'erbette il fianco. Dammi un poco di ristoro Aura dolce, aura gradita. Nell'ardore, onde già moro, Aura bella, Tu sei quella, Che puoi rendermi la vita. Eco [da un lato inosservata] (Cieli, voi pur l'udite, Ed i fulmini vostri Punirlo ancor nol sanno?) Narciso La stanchezza, e l'affanno In breve sonno a riposar m'invita. Dammi un poco di ristoro Aura dolce, aura gradita. [se ne dorme] Se mai giungesse qui Con labbra sitibonde Colui, che m'invaghì, Bevere il pianto mio Potrebbe in esse almen. Dentro l'istesso rio, Che del sembiante mio Spirasse in me l'ardor Vorrei precipitarmi. SCENA2 SCENA3 Eco Ma già, che così lente Son del ciel le saette, Non sia tardo il mio sdegno A far sue vendette. Con che dolce sopor dorme l'indegno! Dormi barbaro, infido; Ma per non più destarti, Sì, voglio il tuo vil sangue. [Eco in disparte. Narciso accanto l'acqua] Narciso [si desta] Fortuna sempre ingiusta, Ad altri dar volesti L'onor, ch'al braccio mio sol si dovea. Altri la fiera uccise, e d'altro nome Risuona il colle, e il piano; Ma il mio sudore, e l'ardir mio fu vano. Voglio almen l'arso labbro Dissetar'in quest'onde, Che sì limpide, e chiare...ma che vedo, Che volto è quello? Barbare stelle, empio destin crudele, Perfido, ingiusto amore. Del mio fiero dolore, Di tanti miei tormenti Non siete ancor contenti? Nel viver mio penoso, La morte, che desio Solo darmi potria dolce riposo, Eco [in disparte] E voi me lo negate (Ohimè, vidde nell'acque il Crudo fato, empio Amor, volto suo.) Stelle spietate. Narciso Ma per uscir d'affanni Sembra, che meco parli. Non manca il modo a chi non O come volontieri ha più speme; Il suon di sua favella Già mi palpita, e geme ascolterei, L'alma nel seno, e dice: E vedrei più svelato il suo “Ecco là la tua tomba, Eco sembiante. infelice.” Ma, che strano desio Sento nascermi in petto? [si Sì, sì dentro quell'onde ritira dal fonte] A tuo dispetto Amor Che fia mai? che? Deliro! Estinguerò l'ardor, Compiacerm'io d'un volto? ah Che m'accendesti in sen. che in pensarlo Con me stesso m'addiro. Vorrei nell'istess'acque Dove la fiamma nacque La tomba darle ancor Per vendicarmi. SCENA4 Narciso Qui credo, che lasciai dianzi'l mio dardo. Mai di molle piacer non mi compiacqui. Cacciator non amante al mondo nacqui. [Parte] Eco Come, com'esser può, ch'un alma così vile Si celi sotto i rai d'un sì bel viso? E tu mio cor, che pensi? Amar chi ti tradisce, Adorar chi t'inganna, Seguir chi ti schernisce? Dimmi, se pur lo sai, Mio cor,che pena è mai Quella che senti? Godi, e non puoi goder, Sospiri nel piacer, Speri, e paventi. [Parte] SCENA5 [Narciso ritorna al fonte] Narciso Più resister non so: da occulta forza Sul liquido cristallo, Son tratte le mie piante A riveder l'amabile sembiante. Ma dov'è? più no'l miro. Forse di quà si volse; Oh dio! né quà lo vedo. O voi di questi argenti Placidissime sponde, Amenissime arene, Dite, dov'è il mio bene? ove s'asconde? E voi frondose piante Di questo folto bosco, Ditemi se celate Nel vostro verde orror quei vaghi rai? Ahi! Dappertutto invano I guardi, e i passi movo, Ma sol dentro al mio sen io ti ritrovo. Mio bel sol, tu m'invaghisti, Poi qual'ombra mi sparisti, Ne il tuo lume più mi rendi. Perchè a me più non ti sveli? Se sei sol, perchè ti celi? S'ombra sei, perchè m'accendi? [III] LA METAMORFOSIS Transformación de una ninfa en voz La flor de Narciso [Narciso di nuovo s'avvicina all'acque; poi Eco] Narciso Dammi tregua, se non pace Già ch'hai vinto, o dio d'Amor. Oh care amate rive Del cristallino albergo di quel sole; Che solo a gl'occhi miei può dare il giorno: Ecco, che a voi ritorno, Se ben da voi mai fu lontana l'alma, Per ritrovare in voi di quel tormento, Che agitando mi va riposo, o calma; Deh, per pochi momenti Fate, che possan dell'amato oggetto Ritornare a godere i sguardi miei. E tu, che i miei lamenti Forse ridendo ascolti, Fà ch'io ti veda, o sappia almen chi sei. Vieni, o caro, a consolarmi, E poi tornati a coprir. Fà ch'io goda un solo istante Quel sembiante, Che può farmi Sempre lieto, e poi languir. SCENA2 Narciso Sì, sì, crudele, Già che tu non ascolti il pianto mio, E a me venir non vuoi, dove tu sei, Così venir vogl'io. [Si getta nel fonte] Eco Che miro, o dio! Narciso Gettossi, o cadde nell'ondoso centro, E più non torna, oh cieli! Né posso dargli aita! ohimè Narciso, Narciso, dove sei? Ah, che certo è sommerso! Ed io che faccio Che non lo seguo ancora? No, no, cieli tiranni, non potrete Far ch'egli più non viva, ed io non mora. [Sta per gettarsi nel fonte] Penosi torrenti Con piena d'affanni, Colmate il mio cor.Fra mille tormenti Chi sa ch'uno almeno Non sciolga dal seno Ogn'altro dolor. [Parte] SCENA3 Narciso Tutto già scorsi a nuoto Di quell'acque felici il cupo letto, E indarno vi cercai Del misero mio cor l'amato oggetto. Nell'acque ove mirai già il tuo sembiante, Volsi cercare a nuoto La tua beltà di cui divenni amante. Ma dimmi almen chi sei! Saziar non potrò mai l'avida vistaDel tuo divin sembiante, anima mia. O soavi pupille, soavissimo volto, son le vostre bellezze Fonti delle amorose alme, dolcezze. Sento, che a poco, a poco Con l'amoroso foco Combatte un freddo gel; Ma poi quel gelo istesso, Che tiene il foco oppresso, Di nuovo in sen l'accende, E il rende più crudel. SCENA4 [Eco e Narciso] Eco No, non è fier, non è crudel Amore, Se l'alma tua dolce al mio cor lo mostra Negl'occhi, e nel sembiante Amata, e riamante. Come del corpo l'ombra Sarò di te sempre fedel seguace; Mia vita, mio tesor, mio ben, mia pace... Non trovo altro conforto a' miei tormenti, Se non la morte; dunque, o morte vieni, Apri con questo dardo all'alma mia Verso l'amat'oggetto alfin la via. Non è fiero, ne crudele Come pensi, questo Amor, no. Punge, è ver; ma poi di miele Le punture sparge ancor. [S'estingue. Si trasforma in voce, in eco] SCENA5 Narciso Vieni, non tardar più. Come sì lenta Sei per darmi il riposo, Che braman le mie pene, o morte amica? Già t'aspetta il mio seno, Anzi, in se già ti sente, Che pria del ferro ancora Vuoi farne uscir la vita; Vieni, dunque, deh vieni, O morte mia gradita, Vieni, vieni, e guida il mio spirto, Ov'è quello, che adoro. Narciso, io vengo a te. Narciso, io moro. Morirò; ma la mia morte, Perchè tu m'hai ferito, Non chiamerò crudel. Troppo è lieta sorte Perder per te la vita Se tu mi sei fedel! [Sviene. Metamorfosi in fior] Domenico Scarlatti SCENA1 RESUMEN DEL PROGRAMA Título ECO Y NARCISO Domenico Scarlatti (1685-1757) Primera Parte DESENCUENTROS Desprecio de Narciso Tormento de Eco Segunda Parte LA TRAGEDIA Amor se apodera de Narciso Extinción de Eco LA METAMORFOSIS Transformación de una ninfa en voz La flor de Narciso REAL COMPAÑÍA ÓPERA DE CÁMARA Juan Bautista Otero, Director con instrumentos originales 12 músicos y 2 solistas duración aproximada del espectáculo: 2 horas una pausa de 15 minutos
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