Confer ncia a Gij n (1985)

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J- ,:' f
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)
9/7/1985
J
{
1.1. Me temo
5i
~
-
f
misi6n de introducir un curso
acerca
"nuevos
movimientos
sociales"
y argumentos
sabidos.
de
condena
lo
Que
a reunir
Sin emb~rgo,
como todav!~
no me ha abandonado
la ilusi6n
de
que las generalidades
sirvan
para algo,
procura.r~
ordenar
esos
lugares
comunes con la esperanza
de que el pais2.je
resultante
facilite
la reflexi6n
y la discusi6n.
1.3.
Con muy pocas excepciones,
española.
2.1.
Lo primero
que me llama la atenci?>n en ella es la alegria
que
exhiben sin disimulo
los peri6dicos
y demás medios de masas
cuando pueden contar fracases
o miserias
de los movimientos
feministas,
ecologistas
o pacifistas.
Se alegram
obrera.
tanto
s6lo
tendré
de eso como del
en cuenta
fracaso
la
situaci6n
de una huelga
2.2.
Asi.e
portan
incluso
los peri6dicos
más liberales.
El
lo es en España public6
una cr6i1ica
sobre las elecciones
Saarland,
en las que Die GrUnen retrocedieron
un poco,
toda ella
un suspiro
de alivio.
que más
del
que era
2.3.
Esto es significativo,
Pero precisamente
por
mienzo de la reflexi6n.
asunto.
al co-
3.1.
Antes
nistas
...'-~
la
1.2.
2.1.1.
I
que
se suele
llamar
lugares
comunes
r
3.1.1.
es necesario
reco~ocer
que la satisfacci6n
de esos
está justificada,a
primera
vista
al menos. Pues
El
le
feminismo
auguraba
3.1.2. Los
petu
pieza
3.1.3.
4.1.
quizás
lo más significativo
del
eso es preferible
no considerarlo
organizado
no ha seguido
en sus comienzos.
movimientos
que ten!an,
indiscutible,
la
marcha
ec&logista~o
se presentan
con
y algunos
~an 'perdido
incluso
por politiquer!a.
que
el
la
se
!mlim-
y los movimientos
por la paz y antimi1itar\stas,
que
conservan
buena vitalidad,
chocan con un poder
imponen~
y violento
antes
desconocido:
la simbiosis
de la gran
industria
con los gobiernos,
los sindicatos
corporativistas y, sobre todo, los ejércitos.
1':'2\&.~¡..~o
\P
~r-Hi-(.
Sin e~bargo,
a pesar
de las visibles
dificQltades
mientos
alternativos
en estos
años de militarizaci6n
y de la Sociedad,
sus enemigos
no creen
convediente
cer1es
la guerra.
4.1.1.
cro-
Sobre todo
movimientos
4.1.1.1.
por la irrefutabilidad
(Comentarlas).
de las
De bueno o de mal grado,
(casi
todos,
c1aro~
todos
Simons,
de los
del
dejar
bases
lo
Hayek)
moviEstiBro
de ~
de esos
reconocen
as!
I
I
4.1.1.1.1.
4.1.1.1.2.
4.1.2.
Pero esas
tenciario
10
1
Laurent Samuel, ecol.
Porta
Perales,
pac.
reverencias
obligadas
son sólo un rito
antes de ejecutar
al acusado alternativo.
peni-
4.1.2.1.
4.2.
Rito que es a menÜdo
bastante
m ezquino;
duele tener que verlo as! incluso
en boca de uno
de los principales
cientfficos
del país,
el
prof. Ram6n Margalef,
que cae en la tentaci6n
de razonar
ad hominem como el erístico
más
desmDvisto
de razones:12
Pasando por alto
al menos por el momento
intemperancias
como esa, sin duda merecedoras
de interpretaci6n,
los ~taques
a los movimientos
alternativos
se pueden clasificar
en dos
grupos:
ataques
polfticos
y ataques
cientfficos.
-
4.2.1.
-
Creo que el repaso
justificado
hablar
de la cues~i6n
mostrará
que está
de ataques
y no de críticas.
5. Los ataques~olíticos.
5.1.
El ataque político
más común a los movimientos alternativos
consiste en fingir que se descubre en ellos tendencias
autor~tarias
o incluso totalitarias.
5.2.
Eso se hace mediante
utilizando
la dañina
sofía
en las e.cuelas
malintencionadamente
5.2.1.
argumentaciones
j
,
I
-
cl_aras,
jerga
...
lenguaje
de eso
aunque falsas,
que llaman.
confusionario
anfusionario.
y,
5.2.1.1.
dirigido
contra
o especulati-
en El País
el movimianto
El argumento arranca
de una imputaci6n
falsa,
a s aber: que el mpvimiento pacifista
absolutizll
la paz como único objetivo.
5.2.1.1.1.
5.2.1.2.
a menUdo,
~
Un buen ejemQl& de la variante
filos6fica
de Miguel Porta Perales
va es el articulo
del 22 de mayo de 1985,
pacifista.
Se cree elladr6n
que todos
su condici6n
(metafisicadora)
son de
5.2.1.3
y a eso e~Aaza una cadena de i¡gaorancias,
errores.
inferencias
fallidas:
3
5
6
La esencia
de la jerga
5.2.1.4.
Inconsciencia
5.2.1.4.1.
o cinismo:
Que hay que tener
pacifismo:
. 8
cuidado
5.2.1.4.2. Palabrería democrática
5.2.1.5.
filo-
Su or~ja totalitaria. 7
con t.l
4
o
[
-~
6.
Los ataaues ..
.
~,~. ~8K políticos
con base científica.
6.1. Tambien hay pseudo-críticas, auténticos ataques políticos llevados a cabo con precisi6n de científico, no con la engolada
vaciedad del currinchismo filos6fico. ...
6.2. Un buen ejemplo, tambien en nuesfa prensa, es el artículo d~
Laurent Samuel publicado en El País del 26 de mayo de 1985
con
el (título
tiLa ecología
política".
6.2.1. Bajo ese título general, Laurent lanza una diatriba
contra lo que él mismo llama "Fundamentalismo verde",
para poder presentar toda la ecología política como
un tonticomio:
6.2.2. Y todo ello desemboca, infalibleme~te, en la acusaci6n
de totalitarismo por absolutizaci6n, en este caso de
"lo natural".
6.2.2.1.
7. Hipótesis.
Es gracioso que, según sus enemigos, todos los
elementos del movimiento~alternativD son absolutizadores dogmáticos y totalitarios de su
tarea. ¿Cómo conviven,~tonces, en el seno del
movimiento, y, además, con'algunos sectores
del movimiento obrero?
Antes de pasat a los ~taques a los movimientos alternativos
en nombre
de la
ciftncia,
querr!a
pre¡;¡..sen-
tar una hip6tesis explicativa de la arbitrariedad y
la virulencia de los ataques pol!ticos. Esta:
7.1. La causa de la reacci6n enconada de esos falsos cr!ticos y verdaderos enemigos es que los movimientos a los que querrían ver
-
desaparecer son¡unos e~otencia, ~tros ya en acto
precisamente lo contrario de lo qae ellos dicen que son:'pueden ser
monotemáticosren su acci6n, pero todos ellos son social y pol!ticamente alternativos en sú perspecttva, y alternativos,
en particular, a la degeneraci6n final de la
.
R'
democra-
cia delegada, tan gráficamente expuesta en la vaciedad JII
I~ ~
final del término (soviet~ como en la panto~ima parlamentaria.
7.1.1. No es casual que a los criticos se les olviden las'dnicas experiencias de democracia directa en la Europa de
hoy: las de Die Grtinen.
7.1.1.1. Pase lo Que pase con la rotaci6n.
7.2. Lo que inquieta asas parsonas - empezando por los tristes
parvenus de la democracia parlamentaria que son Castoriadis o
Agnes Heller - es precisamente la crItica expl!cita o tácita
del sistema establecido y de los poderes económicos, pol!ticos
y militares burgueses o burocráticos por una incipiente visi6n
alternativa.
7.2.1. Las tomas de posici6n políticas
12
l_-
--7.2.2.
Por eso,
a lo
sumo,
7.2.2.1.
7'/
No hablarán
\° t(
8.1.
De Rodríguez
7.2.2.1.2.
Ni
a los movimientos
ecologista
tienen
-
Sentido
de
9.1.
superficial:
eli disgusto
y la ignorané.ie,
de
se traduce
en
como en cualQuier
protectoras.
finstituciones~.
Hay otraS'vcosas
por
8.2.1.
A menudo
la
8.2.1.1.
Por ejemplb,
citado,
usa
cia,
política
8.2.1.2.
La misma confusi6n
lef:
14
8.2.2.
debajo.
crítica
.de
científicos
no está
Laurent
Samuel,
unas conce~ciones
y su relaci6n.
de los
se puede criticar
movimientos
..
9.3.
[
en Marga-
alternativos
es una nueva
política.
15
que critican
cuando son
16
es una. cuesti6n
~
Lo más esencial
que traen
vivencia,
lo que implica
9.2.1.
fundada
Adobada además coro metafísica
no
pertinente
y falacia
nat:t1ralista
política.
9.2.
bien
e~~l artículo
falsas
de cien9
Pero es claro que no todos los científicos
el ecologismo
caen en eso. No sobre talla,
críticos
y no enemigos. Por ejemplo Folch
La cuesti6n
- prin-
una mayor justificaci6n
de gente interesada
en seguir
gozando
sistema
social
y político
imperante.
8.2.1.2.1.
/
alternativos
Pseudociencia
(Liberaci6n)
Utopismo.
La autoafirmaci6n
de franjaslunática.s;
movimiento
naciente
sin instituciones
8.1.3.1.
8.2.
de la F~ente.
de_políticos
co~ capa
ecolbgista
que no pongan
wn. entredicho
el sistema
establec.id>.
Pero,
en verdad,
es una justificaci6n
estético'X1ue
les produce
la ingenuidad
bastantes
ambientes
ecologistas,
que
8.1.1.
8.1.2.
8.1.3.
o,
mal
7.2.2.1.1.
que los ataques
políticos
de las excet:enciasde1
¡Vi
es conservacbnismo
~
ambientalismo.
8. Los ataques científicosA
ci~lmente
a la línea
.P
,
.~
lo más que pueden~er
concepci6n
I
de le, con-
.
¡
Die eGrtlnen.
Los movimientos
alternativos
creen que, ante la situacI6n
ala que ha llegado
la humanidad,
vale la pena intentarlo.
Esa situaci6n
es fnuto de la economía, el orden social
y
el orden político
existentes
aquí y allá.
\-\~
"..."".
ti
L--
[
f
I
I
9.4.
Vale la pena examinar la situación de esos movimientos y sus
.
perspectft,vas.
I
I
I
1
II
!
í
I
I
10.1. Es una situación'minoritaria hasta marginal, y más o menos
reprimida a través de la fuerza o a través de los medios de
opinión.
10.2. Pero los movimientos crecen lentamente, lo cual coincide con
el debilitamiento o la pérdida de sustancia de partidos políticos qlleen otro tiempo no muy lejano significaron una alternativa social.
10.2.1. Lo cual es uno de los varios motivos que existen para reconsiderar hoy favorablemente algunos motivos
anarquistas tradicionales.
10.3. Sin ilusiones excesivas, sin embargo. Pues
10.3.1. Se debilitan sólo los partidos de izquierda
10.3.1.1. J11aterialmenteo idealmente.
~~
(fC'I)
10.3.2. Y se debilitan los sindicatos
10.3.2.1. Tambien de las dos maneras.
!
\
10.4. y ese proceso es paralela de una militatización de la economía (por lo tanto, de la sociedad y del Estado) que no tiene
precedentes en tiempos ~
paz.
10.5.
Esta situación hace pensar que, aunque no se perdería gran
cosa con la desaparicíón de los partidos que fueron de izquierda, tampoco se ganaría nada.
11.1. En una situación así puede observarse la tendencia a reforzar
los partidos con los movimientos
11.1.1. Propia, naturalmente~ de los partidos.
11.2. y la tendencia de algunos oportuijistas sedicentemente alternativos a ocupar, como se dice, J!espacjfos"que quedan libres
por la atrofia de los partidos,
adaptándose al sistema
político-social
y econ~mico
tal como éste existe.
11.3. Uno y otro mntento parecen condenados al fracaso
11.3.1. Por una raz~n accidental y negativa: el antipartidismo
del grueso de los movimientos alternativos.
11.3.2. Por otra de fondo: como querla dicho, lo más importante que traen, explícita o im~lícitamente, los movimientos es o~ta conc~pción de lo político.
11.3.2.1. A veces - pocas
-
es de verdad concepción.
11.3.2.2. otras es más bien~ólo
sentimiento.
l
- - - - - - - --
- - - -
11.4. Los sentimientos no se dejan definir bienj' pero algunos rasgos de ese sentimiento son perceptibles: los movimientos
11.4.1. Atienden a la sociedad más que al
estado.
11.4.2. Tienen menos interés qae los partidos por el poder.
11.4.3. Tienen un caracter resistencial y prbtestatario.
ll.4.4.rDesarrollan subculturas.
11.5. Esos rasgos tienen sus ventajas, pero tambien sus inconvenientes.
11.5.1. Su principal bQndad es Ira.
lincontaminación
y la esperanza más o menos pesimista.
I
ideológica
11.5.2. Un inconveniente que salta a la vista es el peligro
de ser guetizados.
11.5.2.1. Pero ese peligro es prppio de todo movimiento. social que nace como movimiento
crítico.
11.5.3. y otro inconvenieate mucho más grave se basa en esta
dificultad: la com/plejidad de varias funciones sociaÁ
les contemporáneas (ciencia, técnica, luchawntra
la po~ución mundial, ~
. 1,
contra el hambre
endémica, contra las enfermedades, contra la reducción del número de especies vegetales aprovechadas
para alimentación humana, etc.) as1 como la com~lejidad no'Vnenor del proyecto de desmantelar la sociedad militarista, es demasiado para los movimientos
tal como existen hoy, y tal vez tambien para todas ~
clases
oprimidas.
11.5.3.1.
No se debe olvidar
neras 1eninianas.
la lecci6n
de las coci-
12.1. Parece, ~ues, necesario que los movimientos desarrollen
reflexivamente la trabazón entre las i~s
y las perspecti-
vas que ya tienen, consiguieado
-
12.1.1. No caer en la guetizaci6n
(
12.1.~.
12.1.1.1. Al ia~lI.Zas. ,Je<i-iv;u-;U"- vljú-.J..;:;;;"
-1>.
,
rr
1
j - ~
Apoyar con claridad las
capacidades de autoorganizaci6nrlde las sociedades,
incluso a la gran escala.requerida por los nuevos
instrumentos de producci6n y por los problemas mundiales.
12.1.2.1.
Desarrollo del federalismo.
I
.
I
!I
I
L_-
[
]2.2. Como es natural, sería una pendatería ridícula pedir que los
movimientos construyeran toda una doctrina antes de proceder
a cualquiera de sus acciones de protesta y resistencia.
12.2.1. Seguramente todo tiene que crecer al mismo tiempo.
12.3. Pero es posible descubrir en.la práctica ac-tual de los movimient~~ ciertos puntos de inserci6n del trabajo constructivo
del pehsamiento alternativo. Creo que
12.4. El principal se encuentra en la clasifica:ci6n de los movimientos en monotemáticos y alternativos.
12.4.1.
Los monotemáticos
puros
-
si los hubiera
- carecerían
de alternativa y sucumbirían a algunas de las ~ríticas.
~
12.4.2. Los alternativos puros - si existieran - estarían en
un gUeto insuperable, por la acci6n de los poderes
12.5. Pero ocurre algo que los críticos a no ven (por desconocimiento) o silencian (pour cause): que bastante más de la mitad'
de los tres principales movimientos alternativos, ~aparentemente monotemáticos, se com,oriende las mismas personas.
12.531.1. La f6rffiulaes la más sabia posible en las condiciones actuales: ~- l' - pensamiento alternativo, acci6n
níAonotemátic8...!
12.6. Hay que enriquecer eso
polít1i:ca en
sentido
~ princi.a1mente con perspectiva
nuevo
(ifecleralismo
12.7. Pero el camino está bien emprendido.
(
radical).
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